Higiene oral: El importante papel del limpiador lingual

¿Alguna vez te has lavado los dientes pero has seguido teniendo la sensación de que te queda un mal regusto en la boca? Esto puede tener causas de diverso origen, pero en la mayor parte de los casos el origen radica en una higiene oral deficiente. Herramientas como el limpiador lingual nos ayudarán a hacer esta tarea más sencilla.

Antes de creer que nos estamos metiendo contigo, hay que avisar de que si bien aparentemente realizamos una higiene oral completa, en realidad puede que esta sea insuficiente.

Por todos es conocido el hábito más básico de toda rutina dental: el cepillado después de cada comida. Sabemos que éste debe durar dos minutos, y que debe ser completado con el uso del hilo dental y a ser posible, con un colutorio que nos venga bien en nuestro caso particular.

Tanto el colutorio como la seda son herramientas útiles para nuestra boca pero que todavía hay gente que no los usa, por lo que es recomendable que conozcamos más sobre estos. Los beneficios que nos aporta son impresionantes en relación al gasto de tiempo que éste requiere.

Incluso siguiendo estos consejos, añadiendo el uso del colutorio y la seda, todavía podemos seguir mejorando nuestra higiene dental. Hay ciertas personas que aun y  con una rutina de higiene oral correcta tienen halitosis, y es que pese a estar limpiando exhaustivamente los dientes no está teniendo en cuenta algo fundamental: su lengua.

La lengua alberga el mayor número de bacterias de nuestra boca. Este órgano retiene partículas de alimentos que comemos, quedándose así adheridos a la superficie.

En el momento en el que dejamos de limpiar la lengua estamos fomentando le crecimiento de los microorganismos que causan el mal aliento: para evitar esto deberemos usar productos específicos a fin de conseguir una buena higiene.

La lengua, esa gran olvidada en la higiene oral

¿Crees que tu lengua está limpia? Puedes hacer tu particular “prueba del algodón” colocándote frente al espejo y sacando la lengua. Si ves una capa de color blanquecino o amarillento, significa sencillamente que tu lengua no está limpia.

¿Qué producto puedo usar para limpiar la lengua?

A fin de dejar la lengua bien limpia e higiénica podemos usar el limpiador o raspador lingual. Muchas personas que usan su propio cepillo de dientes creen que es suficiente para limpiar la lengua, sin embargo, encontramos otros utensilios más efectivos ya que están diseñados para este fin en particular.

El raspador lingual está indicado específicamente para limpiar la superficie de la lengua después del cepillado. Este producto es el más adecuado para llevar a cabo la limpieza de la lengua, y si nuestro mal aliento se debe a una higiene oral deficiente, usando el raspador lingual contribuiremos a que estos malos olores que nos molestan desaparezcan.

Dónde encuentro el limpiador lingual?

Probablemente muchas personas desconozcan de esta herramienta, por lo que ni siquiera sepan a dónde ir a comprarlo. Si quieres comenzar a usarlo, sólo deberás acudir a cualquier farmacia. También puedes encontrar páginas de internet donde se venden y decidir entre la gama que encontrarás: Halita, Gum, Oral B, Vitis son sólo algunas de las marcas que lo comercializan. Éstos son económicos, por lo que no sufras, no encontrarás impedimento para comprar uno.

El limpiador lingual debe ser usado a diario para que éste sea efectivo contra la halitosis. Es sencillo y rápido usarlo, sólo tendrás que seguir las instrucciones que te damos a continuación:

  • Ve frente a un espejo y saca la lengua.
  • Introduce el raspador en tu boca y comienza limpiando la parte central de la misma.
  • Sigue con la parte más lejana de la lengua. Debes tener en cuenta que si usas el limpiador hasta demasiado atrás de buenas a primeras, puedes llegar a provocarte una arcada: úsalo con cautela.
  • Arrastra el raspador desde la parte más lejana hasta la parte delantera de la lengua. Entre pasada y pasada aclara con agua el limpiador.
  • Para terminar, higieniza bien el limpiador con agua y jabón y déjalo guardado hasta el siguiente uso.

¡Y hasta aquí! Como puedes ver, usar el raspador lingual es realmente sencillo, no lleva más que unos segundos y sus beneficios son muchos, comenzando por evitar la halitosis que suelen provocar las bacterias que viven en nuestra lengua.

Si todavía quieres más información acerca de cómo tener una buena salud oral sólo tendrás que preguntarle a tu higienista de confianza durante tu próxima visita rutinaria. En la clínica te enseñarán cuál es la forma más adecuada de tener un aliento fresco, saludable y sobre todo, libre de patología.

¡Ya no te quedarán excusas para no sonreír en las fotos!

Autor

Silvia Pérez Garcia

Autor del texto: Silvia Pérez Garcia

Tesis Doctoral en la Facultad de Odontología de la Universidad de Murcia bajo la dirección de los Dres. Jordi Gargallo Albiol, Pia López Jornet y Juan Antonio Ruiz Roca. Postgrado de Odontología Legal y Forense. 2011-2012 Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Diploma de Estudios Avanzados (DEA). Programa de Doctorado: Técnicas Clínicas en Odontoestomatología. Fecha: 4 Octubre de 2007. Màster de Cirurgia i Implantologia Bucal. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1999-2002. Curso: Odontología Título: Licenciada en Odontología. Centro: Facultat d’Odontologia de la Universitat de Barcelona. Fecha: 1994-1999.

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