Efectos de los hábitos tóxicos durante la gestación y en el embarazo (tabaco y alcohol).
Tabaco
Los numerosos trabajos de investigación sobre los efectos del tabaco han demostrado sobradamente que son muy negativos.
El tabaco afecta a todo el organismo y al parecer influye en el desarrollo de enfermedades degenerativas, además del deterioro del aparato respiratorio y tejido arteriovenoso.
En el corazón y tejido vascular actúa produciendo una vasoconstricción que es una importante reducción del calibre de las venas.
En el aparato respiratorio el tabaco actúa sobre la garganta, los bronquios y los pulmones.
En el aparato digestivo actúa sobre los labios, las encías, los dientes , el esófago, el estómago y el intestino.
En la piel y todos los tejidos del organismo actúa por restricción del aporte de oxígeno, ya que tiene un efecto oxidante.
El tabaco contiene monóxido de carbono, nicotina y más de cuarenta sustancias tóxicas que lo hacen muy peligroso para la salud dental y para la salud en general.
Adquiere mayor relevancia en la embarazada por las posibles implicaciones o repercusiones fetales, ya que todas las sustancias del tabaco atraviesan la barrera placentaria.
La OMS advierte que uno de cada cinco niños que mueren se habría salvado si su madre no hubiera sido fumadora.
En los diferentes estudios realizados sobre hijos de madres fumadoras, se ha podido comprobar y confirmar la incidencia de niños de peso más bajo al nacer que los niños de madres no fumadoras. En cuanto a otros efectos no deseables, se han observado complicaciones que se relacionan con el tabaco, sin que se pueda afirmar que es la única y exclusiva causa.
Estas complicaciones están dentro de un rango de importancia muy alto y son: abortos, desprendimientos prematuros de placenta, prematuridad y complicaciones respiratorias del niño en sus primeros meses.
El embarazo puede ser el mejor incentivo para dejar el hábito, pero, a veces, se deben buscar soluciones intermedias o de aplicación paulatina para lograrlo.
Muchas personas piensan que la decisión debe ser drástica y dejarlo por completo pero, en general, ese sistema acarrea estados de ansiedad en la madre fumadora, es aconsejable acudir a un experto en deshabituación tabáquica.
Alcohol
Independientemente del daño que el alcohol pueda causar a la madre, el primer afectado en el embarazo es el feto sufriendo lo que se llama Síndrome alcohólico fetal o Embriofetopatia alcohólica.
De los estudios realizados, se ha probado que el 10% de los hijos de madres consumidoras habituales de alcohol, tenían problemas entre los que se destacan: CIR (crecimiento intrauterino retardado), malformaciones congénitas, alteraciones en el desarrollo físico y psicomotor, deficiencia mental y síndrome de abstinencia, entre otros.